CAUDAL ÒPTICO
Una parvada de Signos deglute con sus cristales
el estupor que se ilumina.
el oído del diluvio deja abierta la jaula de sonidos
que flotan en el borde de la imagen,
se desdobla un espejo en el fondo de la vista:
hilos de piel costuran los símbolos.
PANTEÍSMO INORGÁNICO
Los diamantes del ultramar nacen de mi dama
menstruando un tiempo que no contiene latidos,
blando como la forma atiborrada de vahos desacelerando
el fruto perpetuo de la carne en el ayuno iridiscente,
mis bronquios son un circuito de espigas
donde bebe la mujer del instante toda sombra que se yergue.
Así,
los cinéticos universos sólo vieron
barros de lamentos
en la calefacción bondadosa
donde los labios de pieles
juntaron sus ramas atisbando
un bucólico ídolo
en el agua del reposo.
LAGO VOLÁTIL
Las mujeres saben que el sueño
descalzo sobre el umbral
no es una piel de algo
sino la espora deglutiendo
todo el paisaje inamovible:
la nieve que es líquido vientre
de flor eyaculada desde la superficie.
se vierten desde las bisagras
como un diluvio que consagra toda la
amputación del cardumen,
y piensan el latir desde una sombra que arrecia las nubes,
acarrean todo hasta ese arroyo
donde sangran las espigas,
dejando el todo al aire:
ciénega retratada.
Wilberth Alejandro Rejón Huchin (Mérida, Yucatán, México 1997). Poeta. Estudiante de la licenciatura en literatura latinoamericana en la UADY. Ganador del primer lugar en el X y XI concurso estatal de poesía de los colegios de bachilleres de Yuc
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