miércoles, 15 de febrero de 2012

ROSAMEL DEL VALLE




6- San Diego al sur y tu apareces con el alba
allá la taberna el ogro alegre
Juntabas estrellas es decir la flor de tus ojos solos
Al lado el brazo mio otras veces la soledad como faro
bailadora desigual panorama del día
las danzas el corazón crucificado la caricia unánime
el techo inclinándose en mi mesa de música
Caía el cielo sobre la canción obscena campana de hojas
Acrobacia de vidrios
A tu lado mi corona de días solubles
falso horizonte admirable hilo de lluvia
Todo por tus brazos afuera el cielo ardiendo
El barrio y los últimos hombres saliendo de la noche
NOSOTROS OH! LA CANCIÓN SUBTERRÁNEA  

Los ojos caídos a veinte metros del día
entre el aire violento del autobús y la sorpresa
el laberinto una calle hacia el acuario desconocido
la luna a la espalda o en el canto de los bandoleros
la taberna el alma arrodillada en el aire
                                                     imprecisa niebla o vidrio
y cae el alba por las chimeneas.






En primer lugar, qué sentido tienen mis ojos. Suponiendo que irremediablemente esto tuviera que suceder al ahogarse la tarde, yo tendría que hablar o contar todo desde la habitación del sentimiento. Pero, aunque no se ha agotado la producción universal de suspiros, me parece que puedo desertar fusil al hombro de tales vicios. Muerte al suspiro.
..... Mi habitación tiene altos muros y aquí no proclamo ninguna consistencia, ningún color especializado. Afuera el cielo corre velozmente. Me gusta ver pasar los peces que caen de los árboles. Pero la piel tibia de las palabras se estira con cuidado, pues la noción no aparece siempre en cada discurso. Y no es que yo tenga que hablar de hechos precisos, de sucesos de gran estatura. Vive en mí lo mágico. Ojo que no se sobresalta, ojo perdido. Mi sobresalto no tiene huella de lo pequeño o lo grandioso. Tiembla mi pupila. Tiembla mi pupila. Es cosa diferente. Y en todos los ojos una luz se ahoga.
..... Me rodean cosas y sucesos pequeños. Mis ojos transforman estas cosas y estos sucesos sin el sentido que representan.
..... Y es que mis ojos viven en su labor de sorpresa libre y sin derrota. A veces existe lo mágico vivo como una lengua. Es la realidad con escamas, la realidad bandolera con su piel distinta. Pero, retened las cosas con todo lo mágico que contengan, guardad la magia que palpite en sus venas. Sé que eso es inútil, porque este juego se alimenta de inesperadas transformaciones. No puedo permitir que la realidad permanezca frente a mí con su rostro de prisionera o de ahogada. Veo el fuego de su cuello, el vapor de su boca perpleja y poco dueña de sí misma. Veo la voz que le crece, lo maravilloso como un signo, el grito de su fallecimiento. Y la tomo en el acto. Y para qué existen entonces los elementos. Por qué a veces vive el arco iris en los bosques del cielo. Para qué estalla el color de la rosa y tira de su rama. Para qué aparece la estrella suelta como una hoja. Para qué crece el corazón en el sueño. Y el viento de qué manera impone su presencia. Y para qué voy a gritar estas cosas que se transforman sin un ruido. Si la máquina estalla es porque respira demasiado fuerte. Ley de su necesidad. Pero el hombre que guarda su paciencia de transformador de elementos entre sus propias selvas, entre sus caminos vegetales, en el vasto país de su memoria, de qué modo justifica el ruido que ahogan sus palabras, sus poemas, el sonido de sus mejores gestos. De qué modo y para qué.


CARMEN

Color del paisaje sonámbulo de mis huesos
Sin amarradas de nidos que destruyan la angustia.
La sal alza su mundo de estatuas en un ruido de manos.
Columnas desde los dedos hasta el centro del espacio
A quienes se obedece como a un ritual que impone su imagen.
Todo crece demasiado cerca y el eco que debe ser entre objetos y personas
Sangra en el cuerpo de un mar huidizo y negro
Mientras los peces, los animales, los insectos y los signos dormidos
Rodean el lecho en cuyo césped la muerte escucha mi viaje.


Rosamel Del Valle: (1901-1965).Seudónimo de Moisés Filadelfio Gutiérrez Gutiérrez.
Poeta, Cuentista y Novelista Chileno. Fundador de dos revistas literarias: "Ariel" y "Panomara".
Autor de: "Los poemas lunados", Imprenta desconocida, Santiago de Chile, 192
"Mirador", Imprenta Ultra, Santiago de Chile, 1929, "País blanco y negro", Ediciones Ande, Santiago de Chile, 1929, "Poesía", Ediciones Intemperie, Santiago de Chile, 1939, "Orfeo", Imprenta El esfuerzo, Santiago de Chile, 1944, "Las llaves invisibles", Editorial Zig-Zag, Santiago de Chile, 1946, " El joven olvido" ,Editorial Nacimiento, Santiago de Chile, 1949, "Fuegos y ceremonias",Editorial Nascimento, Santiago de Chile, 1952, "La visión comunicable", Editorial Nascimento, Santiago de Chile, 1956, "La violencia creadora", Ensayo sobre la poesía de Humberto Diaz Casanueva, Ediciones Panomara, Santiago de Chile, 1959, "El corazón escrito", Ediciones de Hector Matera, Buenos Aires, Argentina, 1960, "El sol es un pájaro cautivo en el reloj", Colección, "El viento en la llama", Imprenta Arancibia Hmnos; Santiago de Chile, 1963, "Adiós enigma tornasol", Colección Revista Orfeo de poesía Universal.,Imprenta Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1967, "Cuando el diablo estuvo en el valle húmedo", Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1968, "Eva y la fuga", Editorial Monte Avila, Caracas, Venezuela, 1970, "Viaje a Ber mountain", Ediciones Oasis, Toronto, Canadá, 1975, "Antología" (prologo de Humberto Diaz Casanueva), Editorial Monte Avila, Caracas, Venezuela, 1976, "Elina, aroma terrestre", Ediciones Panomara, Toronto, Canadá, 19 83, " Eva, The figitive", (prologo y traducción de Ana Balakian). University Of California Press, Berkeley,  EEUU,1990, "Obra poética",(compilaciòn y prologo de Leonardo Sanhueza), JC. Saez Editor, Dolmen Ediciones, Santiago de Chile, 2000, "La visión comunicable, antología poética" (Prologo y edición de Juan Carlos Mestre), Huerga y fierro, Editores, España,  2000, "Un orfeo del pacifico, antología poética" (prologo y compilacion de Hernan Castellano Giron), Lom Ediciones, Santiago de Chile; 2000, "Crónicas de New York"(Compilacion de Pedro Pablo Zegers, prologo de Leonardo Sanhueza),RIL, Editores, Santiago de Chile, 2002. "Brigida o el olvido o la radiante rémington", (Edición de Rodrigo Diaz, prologo de Leonardo Sanhueza) , Editorial Cuarto Propio, Santiago de Chile, 2009. 

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